En la victoria contra San Telmo, San Martín de Tucumán mostró el mejor rendimiento colectivo de la temporada. Con una defensa sólida que neutralizó los intentos del “Candombero” y un ataque que promete ser letal si aumenta su efectividad, el equipo de Diego Flores dejó atrás los fantasmas de la final perdida contra Aldosivi. Este triunfo, además de renovar las ilusiones de los hinchas, le permitió al “Santo” avanzar con confianza hacia las semifinales contra Gimnasia de Mendoza. Ahora, ¿por qué el “Santo” pudo conseguir este éxito contra el equipo de mejor efectividad de la zona B?

1. Anuló todos los intentos del “Candombero”

San Telmo sorprendió al plantear un juego ofensivo en lugar de replegarse como la mayoría de los equipos que visitan La Ciudadela. Durante los primeros minutos, las conexiones rápidas y precisas de jugadores como Rodrigo Ayala y Gabriel Ramírez generaron sustos en el área de San Martín. Pero, el “Santo” respondió con un orden defensivo impecable, aprovechando las falencias del rival en las pelotas paradas y los espacios que dejaban los laterales Gianfranco Lillo y Ayala. La ventaja deportiva también le permitió a San Martín manejar el ritmo del partido sin ceder a la presión. 

2. El reemplazo ideal en defensa

La ausencia de Gonzalo Bettini, en plena recuperación de una lesión, no pasó factura gracias a la actuación de Axel Bordón. El lateral derecho se mostró firme tanto en la ida como en la revancha, clausurando su sector con la colaboración de Gustavo Abregú. En la vuelta jugada en La Ciudadela, Bordón fue clave para contener los avances de Rodrigo González y Alex Cosi, asegurando que el ataque rival no se tradujera en situaciones claras de gol. 

3. Un esquema táctico efectivo y bien ejecutado

Flores mantuvo el “11” titular que había triunfado en la ida, apostando a la continuidad y la confianza en sus jugadores. Pablo Hernández, como enganche, ofreció variantes ofensivas. Este esquema le permitió a Juan Cuevas y Matías “Caco” García aprovechar los espacios y romper líneas defensivas con pases y ataques peligrosos, generando varias oportunidades claras frente al arco de Brian Bustos.

4. Una defensa que ahogó al rival

Lejos de esperar estáticamente al rival, la dupla central conformada por Juan Orellana y Agustín Dattola adelantó líneas y presionó alto, evitando que los delanteros de San Telmo recibieran cómodos. Diego Diellos y Franco Tisera se encontraron siempre con una marca pegajosa que les quitó tiempo y espacio para maniobrar, reduciendo así la peligrosidad de los ataques del “Candombero”. 

5. La consolidación del “5” marcó la diferencia

La ausencia de Matías Ignacio García en la final contra Aldosivi dejó una sensación de vacío en el medio campo. Pero, su regreso en esta serie fue crucial. Con su visión de juego y su capacidad para relevar a los compañeros, García aportó equilibrio y control. Además, su constante comunicación en el campo le permitió al equipo mantener el orden táctico y minimizar los riesgos. 

6. El tridente ofensivo volvió a brillar

La conexión entre “Caco” García, Cuevas y Junior Arias se convirtió nuevamente en el motor ofensivo de San Martín. Esta sociedad combinó velocidad, creatividad y precisión, siendo determinante en ambos partidos de la serie. En la revancha, una jugada iniciada por Cuevas terminó con una asistencia de “Caco” García para que Arias marcara su 12º gol del torneo.

7. Efectividad en el balón detenido

El tanto de Orellana, fruto de una jugada ensayada en un tiro libre, dejó en claro que San Martín sigue siendo letal en las pelotas paradas. La combinación entre Cuevas, Abregú y el central mostró no sólo precisión, sino también trabajo táctico, algo que el equipo supo aprovechar en momentos clave a lo largo de la temporada. 

8. Darío Sand, un seguro bajo los tres palos

El arquero volvió a demostrar por qué es una de las figuras del torneo. Aunque el equipo no sufrió demasiados sobresaltos en su área, Sand respondió con solvencia cuando fue exigido, salvo por un remate de Tisera que devolvió el palo.

9. Aciertos en los cambios

Los ingresos de Lautaro Fedele, Gonzalo Rodríguez y Gonzalo Klusener en el complemento añadieron dinamismo y mantuvieron al rival en alerta. Aunque no lograron ampliar el marcador, los relevos cumplieron con creces, mostrando que San Martín tiene un plantel equilibrado donde los suplentes están a la altura de los titulares. 

10. Respeto y concentración desde el inicio

San Martín aprendió la lección de la final contra Aldosivi, donde la falta de concentración inicial costó caro. En esta serie, el equipo salió desde el primer minuto con actitud, intensidad y respeto por el rival. Esa mentalidad logró que el “Santo” se imponga con autoridad en ambos partidos y cierre la serie con un 4-1 en el global, destacando también el reconocimiento del plantel hacia San Telmo por su campaña.